El correo electrónico es una herramienta cotidiana para la mayoría de las personas, algo que damos por sentado en nuestra rutina diaria.
Desde el punto de vista del usuario, enviar y recibir un correo puede parecer un proceso simple, pero detrás de esta acción hay una red compleja de servidores y protocolos que aseguran que los mensajes lleguen a su destino de manera rápida y eficiente.
Historia del correo electrónico
El correo electrónico fue inventado antes de la creación de internet tal como la conocemos hoy.
En la década de 1960, dentro de la red de comunicaciones ARPANET, desarrollada por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, surgió un sistema de transferencia de correos electrónicos.
A Ray Tomlinson, quien hizo posible este avance, se le atribuye la introducción del símbolo “@” para separar el nombre de usuario del servidor.
Este formato de usuario@servidor permitió que los correos electrónicos se enviaran a personas específicas en máquinas específicas, de manera similar a cómo las direcciones postales separan al destinatario de su ubicación.
Proceso de envío de un correo electrónico
Enviar un correo electrónico es, en muchos aspectos, comparable al proceso de enviar una carta física, aunque mucho más rápido y con mayor eficiencia.
A continuación, se detalla el proceso técnico que ocurre cuando enviamos un correo electrónico.
Etapas del envío
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Redacción y envío:
- Una vez que se redacta el correo y se presiona el botón de enviar, el mensaje se envía al Agente de Transferencia de Correo (MTA), a través del Protocolo Simple de Transferencia de Correo (SMTP).
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Consulta del DNS:
- El servidor SMTP consulta el Sistema de Nombres de Dominio (DNS) para encontrar la dirección del destinatario. Esto se realiza mediante un registro Mail eXchanger (MX), que identifica el servidor de correo del dominio correspondiente.
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Transferencia entre servidores:
- Localizada la dirección correcta, el servidor SMTP envía el correo al servidor del destinatario, donde se almacenará hasta que el receptor lo descargue o lo lea.
Este proceso es similar al del correo postal, donde un paquete pasa de una oficina de correos a otra hasta llegar a su destino final.
Protocolo de recepción de correos electrónicos
La recepción de correos electrónicos sigue un proceso igualmente estructurado, con protocolos y servidores trabajando en segundo plano para asegurar que el correo llegue de manera segura al destinatario.
Proceso de recepción
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Verificación del remitente:
- El servidor del destinatario localiza el servidor del remitente y, antes de aceptar el mensaje, solicita información sobre quién envió el correo.
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Autenticación del remitente:
- El servidor emisor proporciona los detalles del remitente consultando la cabecera del correo. Una vez que el servidor receptor verifica que el mensaje proviene de una fuente legítima (no es spam ni correo malicioso), lo acepta.
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Transferencia del mensaje:
- Satisfecho con la autenticidad del remitente, el servidor receptor solicita los datos del mensaje y procede a recibir el correo. El contenido, que se encontraba en el "sobre" digital, es ahora almacenado en el servidor del destinatario, listo para ser leído.
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Notificación de recepción:
- Tras completar la transferencia, el servidor receptor envía un acuse de recibo al servidor del remitente, indicando que el correo ha llegado a su destino.
Protocolos para recibir correos electrónicos
Una vez que el correo electrónico ha sido recibido y almacenado en el servidor del destinatario, existen dos protocolos principales que permiten acceder a los mensajes:
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POP (Protocolo de Oficina de Correos):
- Este protocolo descarga los correos al dispositivo del usuario y elimina la copia en el servidor. Es útil si solo accedes al correo desde un único dispositivo.
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IMAP (Protocolo de Acceso a Mensajes de Internet):
- Este protocolo mantiene una copia de los correos en el servidor, lo que permite sincronización entre varios dispositivos. Si lees un correo en un dispositivo, el estado del mensaje se actualizará en todos los demás dispositivos conectados.
Estructura de un correo electrónico
Un correo electrónico consta de tres partes principales:
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Cabecera:
- Incluye la información del remitente, destinatario, fecha y el asunto del correo.
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Cuerpo:
- Contiene el mensaje en sí, que puede ser texto, imágenes o archivos adjuntos.
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Sobre electrónico:
- Esta es la información técnica que no es visible para los usuarios, pero es esencial para que el mensaje llegue correctamente a su destino.